Tino el Pingüino
Cólera
[Letra de "Cólera"]

No me interesa realmente nada más que mirar que se extinga. Que me quite esta pinche sombra, que te quite esa pinche prisa. Que nos saque del pinche sueño. Todo creí que me merecía, wey. Tenía algo de ensoberbecido. Lo emitía pero no recibo. Y algo aquí hay como ensombrecido. Y eso siento, neta siempre pienso que detrás del miedo no hay nada. Y nada vale más que lo que decides y escuchar si alguien sabe más. Y algo da dictarlo. Mucho más profundo. Es un estado más. Perseguir gustarles, luego está de más. Nunca lo he dudado que a tu lado quiero estar siempre. Vengo tarde, no me hallé en su guardia pero siento que arde. Como incienso, yéndose. Y lo siento en falta; dejó un hueco grande. Como un cielo grande. Como hielo quiero estar. Quieto. Sin tocarte como a días de viaje. Como si invadieron. Como a hierro y ágata. Quiero y no hago. No sé si lo vale como un juicio vago y el ayer que ya no está. La calle no duerme. La nena no duerme. La reserva es corta y llega con el día. La manera es la obra. La palabra es noble. Lo que viene es largo y nada que lo guía. Yo amo con empeño y hablo como en señas. Miro como espejo y se me cruza como la equis. Bajo a 20k de leguas como poliominós de Tetris. Sigo siendo el mago

Lo que no eres para ti, wey no eres pa’ nadie. Siempre está el paliativo, se oye a chantaje, sirve pa’ nada, te hace un canalla. Tal vez no será un hogar en cuanto más vayas. Y puede que te orille a un juicio ya irreparable en cuanto más te hallas. Lo sientes desde el principio, no es ningún sitio, está en la pantalla. No hagas como que me anticipo, soy de ese tipo... de estar: ¿de cómo estás, pues? ¿Notas como que aquí estabas? ¿Osea, no notas como que así estabas o cómo casi, cómo estás, pues? Gotas como tapizadas. La mente loca como tras pisadas o sólo no eres perspicaz, wey. O son mi trazo o son otras pisadas. Fuck ye. Llevo toda la noche así. Ponle plazo. Todos opinan y así. Todo el fin anda así. Te doy la pinta yo a ti, wey ni al caso. Tengo modos delicados, incomodo cada que hablo, andan todos paniqueados. Ye. Te la quiero dedicar y como sea me he dedicado a ser mitad y medicar. Ye. Wey, no quiero ni platicar como... nada, neta. Lo bueno es que un día demasiado es demasiado. No me quiero oscurecer como gato. La verdad es que no estaba organizado. La verdad es que no estaba ni en mi casa. La verdad quisiera estar en tu lugar. Con tanta mística, total a mí mi cambio o sana mímica, me trae maleado, encárame. Ye. ¿Qué va ella a digitar mi huella digital? Que mella de verdad, perdón sí no eras, chale. ¿De dónde vino a echar tanto designio en cara, wey? Ya sé que tipo de gente son: les sobran invitados. También recuerdo bien tu esencia y como platicábamos. Obvio, como dormías tan plena y como casi andábamos. Oh Dios. Al chile, sí perdón. Quedamos implicados. A ver tu pinche don que no te había indicado que no era un fijador, que no era el indicado. Que no era esa índica y que no era pendejada. Que cualquier día me va y sí, cualquier día se acaba. Sabrá qué triste he estado y cómo lo intentaba. Seguramente es malo lo que ha desatado. Será que... será que está embrujada. Ye. Al chile, sí perdón. Me acabo de enterar. No tengo pinche Dios, no tengo tutelar. ¿Cómo decías que yo, wey? Como tú te vas y como en tu interior hay guerra por algo más y renuencia al rechazo, y más que nada está... está en cualquier lugar ya. Tú quieres jugar “¿De a cómo ves el tiro?”, si no hice nada más que haber sentido. ¿Qué no te hace sentido? Me jodió más de lo que lamentaba y el día que neta vi que te burlabas, me quedé convencido. Ni me compete develar, de entrada. Según me quieres revelar qué he sido. Que trazaste una línea tan delgada y ahora la pisas como a ver qué sigue, pudiste haber fingido